de tanto llorar aprendí a reír, de tanto perder aprendí a ganar, de tanta cobardía aprendí a ser valiente, de tanto caer aprendí a levantarme, de tantos golpes aprendí a esquivarlos.
Me sorprende tanto el ser humano que aprendí a ser yo misma, tuve que aprender de la soledad para darme cuenta, intente ayudar a los demás y después me vi sola, cuantas veces seque las lágrimas de otros y a la hora de la verdad nadie se sentó conmigo a secar las mías, fue tantas veces las que levante a las personas del suelo que cuando yo caí nadie tendió su mano para levantarme, guarde tantos secretos y confesiones que nadie guardo los mios, me puse tantas veces en el pellejo de otros para poder ayudarle mas facilmente y después nadie lo hizo conmigo.Y así me di cuenta de que no todos son tus amigos, aprendí a diferenciarlos, a contarlos con los dedos de una mano, aprendí a dedicar mi vida solo a los que me demostraron que en ellos puedo confiar.
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