domingo, 18 de enero de 2015

Presa de un sufrimiento.

Quiero ser lo suficientemente fuerte para olvidarte, quiero que mi corazón olvide lo que es amarte, poder dejar de pensar que eres mi necesidad: olvidar cada beso, cada sonrisa que me cautivaba.
Quiero dejar de creer que sin tu amor no soy nada, mirar hacia adelante como si nunca hubieses existido, sonreír y saber que no es por ti, dejar de navegar en un mar de lágrimas.
Quiero poder reparar mi alma rota, recuperar cada segundo eterno que empleaba pensando que volverías.
Llorar no sirve de nada ahora que ya no estás, así que sólo me queda escapar de este sufrimiento

jueves, 15 de enero de 2015

Tú, silencio.

Silencios que se clavan como agujas, silencios que se acurrucan en tus pensamientos, que escandalizan tus sentimientos.
Silencios que te arrancan el corazón, que aprietan tus pulmones hasta el punto de que no puedes respirar; silencios que duelen más que las palabras y menos que tu ausencia.
Silencios que se apoderan de cada parte de mi cuerpo, que arrebatan mis ilusiones, que rompen los pilares que mantienen en pie mis sueños.
Silencios que atraen recuerdos y, con ellos, el dolor; silencios que son como espinas, silencios que ni el tiempo puede curar.

lunes, 12 de enero de 2015

La belleza del olvido.

Llegaste como un suspiro, sin esperarlo ni imaginarlo, fuiste desgarrando mi corazón de la manera más cruel, rompiste cada aparte de mi alma, cada parte de mi ser sin importarte nada.
Ya de nada me sirven tus falsas lágrimas de cristal, no necesito tus llamadas desesperadas ni tus mensajes de buenos días. Aprendí a ser feliz sin ti, aprendí a alejarme de quien me hace daño, a mirar hacia adelante, hacia mi futuro, en el que tú no estás. Decidiste marcharte y yo decidí no dejarte volver. Es hora de que vuelvas a tu mundo irreal; yo ya no estaré para despertarte cada mañana, ya no estaré para calmarte cuando estés mal: simplemente no estaré. No estaré ahí porque ahora puedo decir, por fin, que soy feliz sin ti.

Nunca es tarde para ser feliz.

Abriré mis blancas alas para volar lejos de la realidad, que me atrapa entre sus estrechos brazos y no me permite subir a la superficie. Volaré lejos de ti, de tus caricias como cuchillas y de tus besos que queman mis labios. Te regalaré mi olvido y las cadenas con las que me atabas a ti; me acordaré de olvidarte. Aprenderé a llorar de la risa y a reírme de lo llorado, bailaré bajo la lluvia mi canción favorita; cuando llevas el sol dentro, no sabes cuando llueve. Sentiré el frió viento de enero en mis mejillas, el cansancio después de caminar sin rumbo; perseguiré cada uno de los sueños que me arrebataste un día, llevándote con ellos parte de mi felicidad. Lo siento pero hoy me toca ser feliz.

miércoles, 7 de enero de 2015

Metamorfosis.

Sentí cómo el corazón se me partía en pedazos cual frágil frasco de cristal, convirtiéndose en pequeñas lágrimas que corrían por mis mejillas. Sentía como si nada más me importara; no lograba entender cómo las cosas cambiaban de un día a otro.
Apenas lograba sentirlo, me iba convirtiendo lentamente en aquella persona que un pasado hubiera odiado: alguien frío, sin sentimientos; alguien incapaz de sonreír. ¿Dónde estaba aquella persona risueña, aquella chica de ojos brillantes y sonrisa infinita? ¿Dónde se escondía aquella ilusión que me mantenía cada día con esperanza? Golpe tras golpe, caída tras caída, fue transformándome en lo que soy ahora.
Intento encontrarme,mirar hacia adelante de otra manera, pero me resulta imposible volver a ser aquella chica de sonrisa dulce y repleta de sueños por cumplir, sueños que quedaron guardados en el baúl de los recuerdos.

Realidad.

Y aquella noche me prometí a mí misma no volver a enamorarme. Le di libertad a mi corazón después de pedirle que nunca jamás se encariñara. Le supliqué a las mariposas de mi estómago que no volvieran a revolotear descontroladamente, les comente a mis ojos que pasaran desapercibidos y le recomendé a mi cabeza que pensara en cosas que no dañaran al señor corazón. Intente mentalizarme de que no todos los "te quiero" son verdaderos, de que algunas caricias son como espinas y que algunos besos queman. También de que los finales felices no existen, al igual que tampoco existen los cuentos de hadas; de que nada es para siempre y de que hay más sapos que príncipes.

Vuelve, Libertad

Y conseguiré romper las cadenas que me ataban a ti, llevaré arrastrando cada cicatriz, olvidaré cada beso y cada caricia que poco a poco envenenaba mi corazón, quemaré cada recuerdo.
Olvidaré cada palabra que rompía en pedazos este triste corazón, te añadiré a la lista de miserables,
abriré mis alas para aprender de nuevo a volar, lloraré en silencio.
Sé que seré feliz sin ti, sé que seré capaz de sonreír. Curaré a mi pobre corazón: le añadiré más remiendos para completar la colección de heridas que el amor le a causado, conseguiré caminar sin tropezar, intentaré no volver a mirar a nadie con buenos ojos y no dejaré a nadie entrar en mi corazón, pues esté estará cerrado por reformas.