jueves, 15 de enero de 2015

Tú, silencio.

Silencios que se clavan como agujas, silencios que se acurrucan en tus pensamientos, que escandalizan tus sentimientos.
Silencios que te arrancan el corazón, que aprietan tus pulmones hasta el punto de que no puedes respirar; silencios que duelen más que las palabras y menos que tu ausencia.
Silencios que se apoderan de cada parte de mi cuerpo, que arrebatan mis ilusiones, que rompen los pilares que mantienen en pie mis sueños.
Silencios que atraen recuerdos y, con ellos, el dolor; silencios que son como espinas, silencios que ni el tiempo puede curar.

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