lunes, 12 de enero de 2015

Nunca es tarde para ser feliz.

Abriré mis blancas alas para volar lejos de la realidad, que me atrapa entre sus estrechos brazos y no me permite subir a la superficie. Volaré lejos de ti, de tus caricias como cuchillas y de tus besos que queman mis labios. Te regalaré mi olvido y las cadenas con las que me atabas a ti; me acordaré de olvidarte. Aprenderé a llorar de la risa y a reírme de lo llorado, bailaré bajo la lluvia mi canción favorita; cuando llevas el sol dentro, no sabes cuando llueve. Sentiré el frió viento de enero en mis mejillas, el cansancio después de caminar sin rumbo; perseguiré cada uno de los sueños que me arrebataste un día, llevándote con ellos parte de mi felicidad. Lo siento pero hoy me toca ser feliz.

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