Contigo aprendí que no todos los besos vienen acompañados de un sentimiento, que hay miradas que no dicen nada y abrazos que no aprietan.
Contigo aprendí que la ilusión se desvanece en cuestión de segundos y que el tiempo puede desvanecerse cuando clavas tus ojos en mis pupilas tristes.
Contigo aprendí a no sentir, a cerrar mi corazón con llave, aprendí a mirar a otro lado cuando el corazón me ardía de dolor, aprendí a abrir mis ojos y callar a mi corazón.
contigo aprendí que tus sonrisas solo eran puñales, y tus caricias quemaban y erizaban mi piel como nadie había conseguido, pero me enseñaste a apagarla, me enseñaste a apagar mis sentimientos a mi ilusión. tú me enseñaste a ser un poco más fuerte, un poco más guerrera, un poco más yo.
Contigo aprendí que no puedes regalarle tu corazón a quien solo te entrega migajas, ni tu piel a quien regala la suya, contigo aprendí a volar sin alas y a sonreír sin razón.
Me enseñaste que cada minuto de vida es un regalo y que no merece la pena perderlos esperando que regreses.
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