Me di cuenta de que mi vida cambió por completo cuando agarraste mi mano y caminamos juntos sin rumbo.
Cuando entendí que el primer beso se da con la mirada. Nada era mas bonito que su forma de mirar: de esas que te hacen sonreír como una idiota.
Me encantaba cuando me miraba y sonreía sin motivo mientras yo apartaba la vista de él con una mueca de vergüenza.
Nada más bonito que su infinita y perfecta sonrisa, su voz celestial. comprendí porque mis dedos encajaban perfectamente en el hueco que existía entre los suyos: parecían estar echos a medida.
Estabas tan cerca y a la vez tan lejos...Eras como el aire: podía sentirte a mi lado pero no tocarte. Eras como mi mitad: tan desigual y semejante a la vez.
Nuestras edades eran diferentes, nuestras estaturas e incluso nuestra forma de caminar pero, para ambos,cuando estábamos juntos, lo de alrededor desaparecía...
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