llega el momento en el que te das cuenta que esa espera, esas lagrimas que derramabas cada noche cuando lo necesitabas al lado derecho de tu cama, esas eternas horas perdidas mirando su foto y lamentandome porque me moria por abrazarle, esas miradas perdidas en soluciones para poder verle, en un simple excusa, esas eternas horas escuchando su voz repetidamente sin parar, ahora, ahora me doy cuenta que todo merecio la pena, una vez me dijeron que todo lo bueno se hace esperar y que lo que es tuyo tarde o temprano regresa a tus brazos.
Ahora no voy a tener que imaginarte, imaginar tus abrazos, tus besos, tus caricias, sus abrazos, su mirada, su sonrisa... Llego la hora de vivir mi historia, mi propia historia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario