paseábamos justo por delante de la torre Eiffel agarrados de la mano, para mi eso era un sueño echo realidad, con el en el lugar que siempre e deseado.
Las hojas caían a nuestro alrededor, los pájaros cantaban, el bromeaba conmigo y me picaba, eso le encantaba, hacerme enojar le hacia gracia. Me encantaba la manera en la que me miraba, con esa dulzura, me comía con la mirada, sus labios me llamaban a voces, su perfume me suplicaba que le abrazara, su sonrisa me hacia reír, estaba con el y el tiempo se detenía, entonces vi que metió la mano en su bolsillo y me susurro al oído:
- creo que ahora es el momento.
se puso de rodillas y todo el mundo lo miraba, en ese momento no entendía nada, entonces saco una preciosa cajita roja de terciopelo, me lleve las manos a la boca mientras sonreía y contenía las lágrimas, allí estaba el, allí estaba yo intentando hacerme a la idea de que pronto compartiría cada segundo de mi vida a su lado, junto a el. un día me dijo que si me tenia que hacer llorar seria de rodillas y con un anillo en la mano y lo cumplió.
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